La crioconservación hace referencia al almacenamiento de un microrganismo vivo a una temperatura ultrabaja de forma que pueda resucitarse y se restauren las mismas condiciones de vida que tenía antes de su almacenamiento. Con el almacenamiento de duración indefinida, es necesario que el microrganismo se mantenga por debajo de la temperatura de transición vítrea para soluciones acuosas (aproximadamente –130 °C), que es la temperatura a la que el agua congelada ya no sublima ni se recristaliza. Por lo tanto, se necesitan congeladores de –150 °C o de nitrógeno líquido para tiempos más prolongados de almacenamiento.
Para obtener líquidos a partir de gases, los científicos del siglo XIX desarrollaron frascos termoaislados para el almacenamiento y el transporte. Este tipo de recipiente se sigue utilizando hoy en día. Durante años, la crioconservación en nitrógeno líquido a –196 °C ha sido la norma para la conservación de larga duración.
A lo largo de los años, se hizo evidente que la contaminación cruzada era un riesgo real con este tipo de conservación; no solo a través del hielo presente, sino también entre muestras. En el pasado, se han presentado datos científicos con respecto a ejemplos de hepatitis por contaminación cruzada.
Ese fue el motivo por el que se popularizó más el almacenamiento en fase de vapor. Las valiosas muestras ya no se almacenaban en nitrógeno líquido y gracias a esto se eliminaban los riesgos de contaminación cruzada.
Sin embargo, el almacenamiento en fase de vapor presenta desventajas:
- la pérdida de la capacidad de almacenamiento, ya que un tercio del recipiente no se puede usar
- la temperatura de la fase de vapor depende mucho de la cantidad de nitrógeno líquido
- los elevados gradientes verticales de temperatura pueden poner en riesgo las muestras durante el almacenamiento de larga duración
Para proteger el almacenamiento de muestras de larga duración de la contaminación cruzada y del riesgo de gradientes verticales, se han desarrollado los sistemas de almacenamiento en seco como los ultracongeladores de –150 °C y el concepto de proceso isotérmico.